El hígado tiene un poder increíble para repararse a sí mismo después de haber sido dañado. Un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y ejercicio físico regular, es una práctica de salud preventiva. ¡Atrévase!
La actividad física definida como: cualquier movimiento corporal producido por los músculos que exija gasto de energía, se puede gestionar en una rutina saludable para el manejo de la diabetes tipo 2.
Si pudiéramos envasar el ejercicio, sería la píldora más vendida en el mundo. Movernos está implícito en nuestro aparato locomotor.
La medicina orienta a mantener la actividad física durante la recuperación de un ataque cerebral y la práctica supervisado por un profesional de la salud.
FIT es el acrónimo de de vida. Algo así como caminar mejora la salud del corazón y el cerebro, y nos ayuda a vivir más con mejor calidad de vida.
Dar 10 mil pasos diarios es un objetivo digno y saludable, pero ese número mágico no vino de los médicos ni de los entrenadores físicos.
Si tiene un buen corazón, tiene un buen cerebro. Cualquier factor de riesgo que resulte dañino para el sistema cardiovascular, como alta presión arterial, fumar, obesidad o falta de actividad física, también es malo para el cerebro.