La medicina orienta a mantener la actividad física durante la recuperación de un ataque cerebral y la práctica supervisado por un profesional de la salud.

EL DIAGNÓSTICO: El diagnóstico: el ataque isquémico cerebral

Le ocurrió a Jeff Vallance, un ávido corredor de fondo. Llevaba 25 años corriendo. A diario se ejercitaba en carreras de 6 kilómetros. De pronto, sufre un ataque isquémico cerebral causado por un foramen oval permeable (FOP), una abertura entre las dos cámaras superiores del corazón. 

EL ESPECIALISTA: FAST, su significado y su ayuda

Jeff Vallance comenzó cada día con una carrera de 4 millas (6 kilómetros). Era algo que lo despertaba y lo resultaba en forma. Como experto en el tema del control de enfermedades crónicas, sabía muy bien la importancia de estabilizar activo.

También sabía bien que eran las señales de un ataque cerebral. Cuando su pie derecho empezó a entumecerse, rozando la acera y haciéndole tropezar en su trote diario, se preocupó. Luego, comenzó a sentir cosquilleo en el brazo derecho, seguido por la misma sensación en el lado derecho de la cara.

Comencé a decir cosas en voz alta y me di cuenta de que mi habla estaba cambiando. El lado derecho de mi boca no quería funcionar como el lado izquierdo»

Vallance supo el significado de lo que estaba sucediendo porque grabó las siglas en inglés de FAST, elementos con los que se reconoce un ataque cerebral y se puede salvar vidas:

Face drooping (rostro caído)
Arm debilidad (brazo débil)
Speech slurring (dificultad para hablar o de otro tipo)
Time to call 911 (es tiempo de llamar al 911). En efecto, le estaba sucediendo un ataque cerebral.

Lo que no sabía era lo difícil que iba a ser recuperarse, ni que pasaría más de un año antes de que se sintiera lo suficientemente seguro como para retomar sus carreras diarias.

Durante años, les he dicho a todos los pacientes con enfermedades crónicas que participan en nuestras investigaciones que salgan y se mantengan activos. Nunca me di cuenta de la increíble cantidad de miedo y aprehensión que podrían sentir esas personas».

Jeff Vallance, profesor y titular de la Cátedra de Investigación Canadiense sobre la Promoción de la Salud y el Control de Enfermedades Crónicas de la Universidad de Athabasca, en Alberta.

Las investigaciones indican que es bueno mantener la actividad física durante la recuperación de un ataque cerebral. En una declaración científica de 2014 , la American Heart Association demostró a los médicos que prescribieron actividad aeróbica con intensidad de baja a moderada, junto con actividad de fortalecimiento muscular, reducción del comportamiento sedentario y control de riesgos para prevenir un segundo ataque cerebral.

Las directrices de la AHA que se publicaron el pasado mayo presentaron elementos aún más específicos. Para los pacientes que son capaces, pide actividad aeróbica moderadamente intensa en periodos de por lo menos 10 minutos, cuatro veces por semana, o una actividad vigorosa durante un mínimo de 20 minutos, dos veces por semana.

Me quedé atónito cuando mi neurólogo y mi cardiólogo me aconsejaron que me abstuviera de hacer ejercicio vigoroso y de levantar objetos pesados»

Para las personas con problemas de movilidad, las directrices recomiendan buscar un programa de ejercicio supervisado con un profesional de la salud, como un fisioterapeuta o un especialista en rehabilitación cardíaca. Sin embargo, las directrices se aplican de forma general, y Vallance aprendió rápidamente que se sabía poco acerca de la manera en que el ejercicio podría afectar su situación en particular.

Vallance sufrió un ataque isquémico cerebral, ocasionado, muy probablemente, por un foramen oval permeable (FOP), el cual es una abertura entre las dos cámaras superiores del corazón. Eso había permitido que la sangre, y un coágulo, se filtraran del lado derecho del corazón al izquierdo al hacer esfuerzo.

Sus médicos advirtieron que un esfuerzo continuo podría hacer que los coágulos de sangre subieran directamente al cerebro y se desencadenara un segundo derrame cerebrovascular. Indicaron que no debía esforzarse demasiado hasta que no se pudiera cerrar ese agujero.

Vallance, un ávido corredor de fondo, llevaba 25 años corriendo. Le aterraba la idea de que hacer una de las cosas que más le preocupaba podría perjudicarlo. Buscó orientación para ver qué podría hacer en lo que esperaba el procedimiento para cerrar el agujero de su corazón.

Encontró poco en la literatura científica. Los investigadores apenas confirmaron recientemente que cerrar ese orificio tras un derrame cerebrovascular era incluso necesario, ya que los FOP, que se calculan que se producen en aproximadamente 1 de cada 5 adultos , no suelen causar problemas graves.

Los investigadores aún tienen mucho que aprender acerca del ejercicio y la recuperación de un ataque cerebral,. No mucho tanto tiempo que se piensa que el ejercicio no era bueno para las personas después de un ataque cerebral. La investigación aún está en sus inicios»

Dra. Sandra Billinger, directora del laboratorio de Investigación en Ejercicio y Salud Cardiovascular de la Universidad de Kansas, también autora principal de la declaración científica de la AHA de 2014.

En un estudio publicado en mayo en la revista Stroke se descubrió que hacer ejercicio durante por lo menos 150 minutos a la semana, durante por lo menos 12 semanas después de un ataque cerebral, ayudó a mejorar las medidas de calidad de vida relacionadas con la salud , como la salud mental. En otros estudios llevados a cabo en las dos últimas décadas se demuestra que el ejercicio durante la recuperación de un ataque cerebral puede ayudar a mejorar la condición física, la marcha y el equilibrio.

La gente piensa que hacer ejercicio es correr un maratón, o correr durante una hora, y eso no es realmente necesario. Se trata realmente de reducir el sedentarismo»

Dra. Sandra Billinger

Billinger recomienda a los pacientes que intenten «caminar a paso ligero o subir y bajar escaleras. Si las personas no pueden recorrer largas distancias o subir y bajar escaleras, les recomendamos que caminen al ritmo que puedan, o que vayan a un centro de salud oa un gimnasio donde quizás puedan utilizar una bicicleta reclinada o una escaladora y así aumentar su ritmo cardíaco».

Especialistas de la American Heart Association recomiendan que los supervivientes de derrames cerebrovasculares deben hablar con los profesionales de la salud acerca de la cantidad de ejercicio que resulte adecuada para su caso.  Si tienen problemas de movilidad, deben consultar con un fisioterapeuta sobre cómo fortalecer los activos sin aumentar el riesgo de caerse.

Con la ayuda de su fisioterapeuta, Vallance individualizó su propio programa de ejercicios para equilibrar su necesidad de estar en forma con el riesgo de hacer demasiado esfuerzo. A causa de la pandemia, tuvo que esperar más de un año para hacerse el procedimiento con el que le cerrarían el agujero en su corazón.

No fue hasta que me sometí a la intervención que pude empezar a hacer ejercicio poco a poco y recuperar mi cuerpo y mi condición física”

Jeff Vallance

Y lo hizo, ampliando gradualmente sus carreras a 5 y luego a 10 millas. Este verano, se esforzó por completar un ultramaratón en su ciudad natal, en las Montañas Rocosas de la Columbia Británica, donde cubrió unas 35 millas de terreno montañoso escarpado.

Siento que estoy de vuelta. Mi cuerpo está nuevamente en condiciones con las que puedo sentirme seguro. Ese era mi objetivo: volver a esforzarme sin tener que preocuparme por la posibilidad de sufrir otro ataque»


DESARROLLO TEMÁTICO:
Contenido articulado por copyright © 2022 mecuidomas.com.
Apoyo temático de Laura Williamson, de American Heart Association News.

RESPONSABILIDAD TEMÁTICA:
Si bien el contenido de este escrito ha sido de un profesional de la salud, su edición fue producida por comunicadores digitales, situación que la presenta como una información sólo ilustrativa y carente de aviso terapéutico o prescripción médica. Sugerimos a los lectores de mecuidomas.com, que alguna inquietud afín con este tema de la salud, la resuelva directamente con el especialista del campo de la salud médica de su interés.

RECOMENDAMOS:
Para encontrar más información científica sobre diagnóstico y respuestas médicas acerca de los beneficios de la actividad física después de un ataque cerebral, recomendamos consultar a:
American Heart Association
revista Strok

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