Tanto el ejercicio aeróbico como el anaeróbico queman calorías, mejoran la salud cardiovascular, la sensibilidad a la insulina y la gestión de la glucosa en sangre.

Anaeróbico y aeróbico, ¿qué es?

Vayamos a la explicación científica para entender sus definiciones y beneficios, y el por qué deberíamos gestionar ambas formas de ejercicio a una rutina de bienestar: anaeróbico y aeróbico.

Comencemos con el ejercicio aeróbico.

Cada vez que caminamos, bailamos o montamos en bicicleta, lo hacemos. El ejercicio aeróbico mejora la salud de nuestro corazón, nos aumenta el metabolismo, y nos ayuda a perder peso; además, reduce la presión arterial, aumenta el colesterol HDL (bueno) y nos impulsa el estado de ánimo.

Pero sus beneficios van más allá, es beneficioso para los diabéticos, ya que reduce la glucosa en sangre, o el azúcar en sangre, durante el entrenamiento y hasta 24 horas después. A medida que lo practica más, su cuerpo procesa mejor la glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina. Para gestionarlo, las Normas de Atención Médica en Diabetes recomiendan realizar 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a la semana.

Cuando se llega al máximo nivel de esfuerzo, se pasa del ejercicio aeróbico a lo que se conoce como anaeróbico. Durante el primero, el oxígeno puede llegar a los músculos (de ahí el «aero» de aeróbico), pero no con el segundo. Cualquier actividad física que se realice a una intensidad que no permita un aporte suficiente de oxígeno a los músculos es anaeróbica.

Dos actividades beneficiosas ¡Practíquelas!

A continuación viene la explicación de los expertos de la American Diabetes Association acerca de cómo -y por qué deberíamos incorporar ambas formas de ejercicio a nuestra rutina.

Puede que ya lo estemos gestionando. Si es así, maravilloso. Sin embargo, debemos consultar al médico antes de comenzar o cambiar un plan de ejercicios ¡Aprendamos!

Anaeróbico y Aeróbico: la diferencia

El oxígeno no es la única diferencia entre el ejercicio aeróbico y el anaeróbico. Su cuerpo también los potencia de forma diferente.

Cuando hace ejercicio aeróbico (como cuando camina en una cinta), la grasa y la glucosa le proporcionan energía.

Si se mueve de forma anaeróbica, como cuando corre, el cuerpo extrae glucógeno (una forma de glucosa) de los músculos para utilizarlo como combustible.

El agotamiento de las reservas de glucógeno y la acumulación de ácido láctico durante el ejercicio anaeróbico de alta intensidad son algunas de las razones por las que la actividad puede cansar tanto los músculos.

Al igual que el ejercicio aeróbico, el anaeróbico quema calorías y mejora la salud cardiovascular, la sensibilidad a la insulina y la gestión de la glucosa en sangre. Sin embargo, hay una gran diferencia para sus músculos: El ejercicio anaeróbico también mejora la potencia y aumenta la fuerza y la masa muscular.

¿Cómo detectar si se ha pasado de una forma de ejercicio?

Cuando se hace ejercicio aeróbico, se puede mantener durante más tiempo que con el ejercicio anaeróbico. El ejercicio anaeróbico es intenso, y sólo se logra realizarlo durante un corto periodo de tiempo.

Si hace ejercicio con regularidad, está incorporando el ejercicio anaeróbico en sus sesiones, aunque no se dé cuenta. Con cualquier forma de actividad física, habrá algún componente aeróbico y anaeróbico, y esto es especialmente cierto en los deportes que combinan una actividad menos vigorosa con carreras cortas, como el baloncesto y el tenis.

Anaeróbico y los niveles de azúcar en sangre

Es posible que sienta que tu nivel de azúcar en sangre (glucosa en sangre) se eleva hasta una hora con una actividad intensa, como el levantamiento de pesas, pero no se preocupe. Se debe al estrés inicial de forzar el cuerpo, y se compensa con creces con las mejoras en la sensibilidad a la insulina y otros beneficios derivados del ejercicio anaeróbico.

Añadir el ejercicio anaeróbico a la mezcla

El levantamiento de pesas es una forma inteligente de incluir el ejercicio anaeróbico en la rutina para personas de cualquier nivel de bienestar (fitness). El entrenamiento de resistencia mejora el control de la glucosa en sangre y ayuda al organismo a utilizar la insulina de forma más eficaz. También disminuye la masa grasa, aumenta la masa muscular y mejora la fuerza. Las personas con diabetes deberían realizar dos o tres sesiones de entrenamiento de resistencia a la semana.

Para añadir más ejercicio anaeróbico a sus sesiones de cardio, puede probar lo que se conoce como entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT), pero asegúrese de obtener primero el visto bueno de su médico.

El HIIT consiste en alternar periodos más largos de actividad física realizada a una intensidad moderada con ráfagas cortas, a menudo de menos de un minuto, a una intensidad vigorosa. Por ejemplo, camina o trota a un ritmo cómodo durante tres o cinco minutos, y luego muévase tan rápido como pueda durante 30 o 60 segundos. Repita esta pauta dos o tres veces. Aumente gradualmente el tiempo que pasa durante su entrenamiento alternando su intensidad en lugar de moverse a un nivel de esfuerzo constante.


DESARROLLO TEMÁTICO:
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RESPONSABILIDAD TEMÁTICA: 
Si bien el contenido de este escrito ha sido de un profesional de la salud, su edición fue producida por comunicadores digitales, situación que la presenta como una información sólo ilustrativa y carente de aviso terapéutico o prescripción médica. Sugerimos a los lectores de mecuidomas.com, que alguna inquietud afín con este tema de la salud, la resuelva directamente con el especialista del campo de la salud médica de su interés.

RECOMENDAMOS: 
Para encontrar más información científica sobre diagnóstico y respuestas médicas acerca de este tema, recomendamos consultar a:
American Diabetes Association.
Normas de Atención Médica en Diabetes

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