Hábitos, basura. Lo que debería abandonar para mantenerse con mejores reservas a la hora de enfrentar la inmediatez de la productividad.
Tras el derrame cerebral empiezas a pensar ¿cómo será mi vida en el futuro? ¿Cómo será mi calidad de vida? ¿Podré vestirme solo?
Si tiene un buen corazón, tiene un buen cerebro. Cualquier factor de riesgo que resulte dañino para el sistema cardiovascular, como alta presión arterial, fumar, obesidad o falta de actividad física, también es malo para el cerebro.
La actividad física regular, como caminar a paso ligero, puede mejorar su calidad de vida y aliviar el estrés, la tensión, la ansiedad y la depresión.
Su cerebro se ubica en un conjunto de redes distintas que al ser estimuladas con la actividad física ayuda a proteger las capacidades cognitivas a medida que envejece.
Los videojuegos y los juegos nos llevan a la acción. Y, por supuesto, en relación con la salud y los estilos de vida saludable.
La contracción muscular del ejercicio produce mayor volumen de sangre al corazón y la entrada de oxígeno y nutrientes al cerebro.
Una vida rica en actividad física baja los riesgos de padecer demencia, al tiempo que las posibilidades de padecer cáncer parecen verse atenuadas.
El ejercicio diario aumenta la función cerebral y produce un cambio de comportamiento sostenido.