Cardiosaludable es alcanzar y mantener un peso corporal saludable, tras el objetivo de bienestar y calidad de vida.
CONSULTORIO. El diagnóstico: Alimentación cardiosaludable
La última palabra sobre la alimentación cardiosaludable es el «equilibrio». Un nuevo informe alienta a la gente a pensar en hábitos alimentarios amplios en lugar de centrarse en alimentos únicos y, en lugar de presentar normas universales para todos, deja espacio para las preferencias personales.
LA VOZ DEL ESPECIALISTA: Doctora Alice H. Lichtenstein, profesora Gershoff de Ciencia y Política de la Nutrición y directora del Laboratorio de Nutrición Cardiovascular de la Universidad Tufts de Boston.
La Dra. Alice H. Lichtenstein dirigió el comité de redacción de la declaración científica de la American Heart Association. «Hacemos énfasis en los patrones dietéticos, no en alimentos o nutrientes específicos . Asimismo, no estamos hablando únicamente acerca de las cosas que la gente no debe comer. Realmente, la atención se centra en lo que la gente debería comer, para que así pueda adaptarlo a sus preferencias y a su estilo de vida personal».
La guía, que fue actualizada por ultima vez en 2006, se publicó en el boletín de la AHA, Circulation. Los consejos concuerdan con las directrices dietéticas federales, pero enfatizan las últimas investigaciones sobre la reducción de los riesgos de las enfermedades cardíacas.
El informe pretende disipar la idea de que una alimentación cardiosaludable consiste en añadir una verdura o una vitamina. En su lugar, enfatiza la importancia del «panorama completo» de los alimentos que una persona consume en el transcurso de un día o una semana.
Explica la Dra. Alice H. Lichtenstein, que «si aumentamos la ingesta de una cosa en nuestra dieta, tendemos a disminuir la ingesta de otra. Tanto el aumento de un componente dietético como la disminución de otro pueden tener efectos independientes. Lo importante realmente es equilibrar todo en conjunto; eso es lo que tiene el mayor impacto en la salud cardiovascular».
De acuerdo con el informe, un patrón dietético saludable para el corazón incluye:
– Alcanzar y mantener un peso corporal saludable.
– Comer una variedad de frutas y verduras.
– Elegir cereales integrales en lugar de productos de grano refinado.
– Elegir fuentes de proteínas saludables, sobre todo de origen vegetal (legumbres y frutos secos); consumir pescado y mariscos de manera regular; sustituir las versiones con grasa por productos lácteos descremados o bajos en grasa; y, en el caso de las personas que comen carne, elegir cortes magros en lugar de productos procesados.
– Utilizar aceites vegetales líquidos en lugar de aceites tropicales (coco, palma y palmiste) y grasas animales (manteca de cerdo y mantequilla) o grasas parcialmente hidrogenadas.
– Elegir alimentos mínimamente procesados en lugar de ultraprocesados.
– Reducir al mínimo los alimentos y las bebidas con azúcar añadido.
– Elegir alimentos sin sal o con poca sal añadida.
– Limitar el alcohol, si ya se consume, y no empezar si no se hace.
– Respetar las orientaciones, independientemente del lugar en el que se preparen o consuman los alimentos.
La Doctora Alice H. Lichtenstein explica que «en lugar de ofrecer recuentos de calorías, la guía reconoce que las necesidades de cada persona varían. Durante la edad adulta, por ejemplo, las necesidades energéticas disminuyen con cada década. Si se es físicamente activo, hay un poco más de flexibilidad en cuanto a lo que se come».
Ahora, la gente puede elegir entre los kits de entrega de comida y los alimentos preparados en las tiendas de comestibles, además de una gran variedad de restaurantes de comida rápida, casual y con servicio de mesa. Es algo mucho más habitual de los patrones alimentarios de casi todo el mundo.
Aún así, los hábitos alimentarios cardiosaludables no deben considerarse un castigo.
La gente puede comer lo que disfruta, pero que, a veces, hay que elegir con un poco más de cuidado, considerar la frecuencia y ajustar el tamaño de las porciones.
La nueva orientación destaca la importancia de incorporar la educación alimentaria y nutricional en las escuelas, empezando a una edad temprana. Eso garantizará que los niños tengan los datos básicos y puedan recurrir a ellos cuando se conviertan en adultos independientes que toman sus propias decisiones.
La declaración también reconoce la desinformación y los problemas sistémicos, como el racismo, la segregación de ciertos vecindarios, la inseguridad alimentaria y la mercadotecnia selectiva, todos factores que pueden constituir obstáculos para seguir patrones de alimentación saludables para el corazón. El informe califica de «imperativo para la salud pública» trabajar en políticas que eliminen estas barreras.
Mientras tanto, el progreso puede producirse individualmente, un pequeño paso a la vez.
La Doctora Alice H. Lichtenstein cita el ejemplo: «una persona que consuma habitualmente yogures de leche entera y endulzados, puede identificar las variedades sin grasa o bajas en grasa que contienen menos azúcar. Alguien que coma galletas con regularidad puede cambiar a variedades hechas con granos integrales y menos sodio. O bien, alguien puede reducir a la mitad sus raciones de pasta o arroz blanco en una comida y añadir una ración adicional de verduras».
«Lo que se elige para comer es sólo una parte de la salud del corazón. También hay que seguir teniendo en cuenta que no se trata de optar por todo de una cosa y por nada de otra. Lo importante es balancear las opciones en la alimentación, y, a final de cuentas, en el estilo de vida».
DESARROLLO TEMÁTICO:
Contenido articulado por copyright © 2022 mecuidomas.com.
Aporte temático de Michael Merschel, American Heart Association News.
RESPONSABILIDAD TEMÁTICA:
Si bien el contenido de este escrito ha sido de un profesional de la salud, su edición fue producida por comunicadores digitales, situación que la presenta como una información sólo ilustrativa y carente de aviso terapéutico o prescripción médica. Sugerimos a los lectores de mecuidomas.com, que alguna inquietud afín con este tema de la salud, la resuelva directamente con el especialista del campo de la salud médica de su interés.
RECOMENDAMOS:
Para encontrar más información científica sobre diagnóstico y respuestas médicas acerca de la alimentación cardiosaludable, recomendamos consultar a:
American Heart Association
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